domingo, enero 14, 2007

tus susurros en la noche

yo me vi tan ajeno
del grave mal que siento,
que de puro contento
con vuestra soledad me recreaba,
donde con dulce sueño reposaba,
o con el pensamiento discurría
por donde no hallaba
sino memorias llenas de alegría.

(...)

¿Dó están agora aquellos claros ojos
que llevaban tras sí, como colgada,
mi ánima doquier que ellos se volvían?
¿Dó está la blanca mano delicada,
lena de vencimientos y despojos
que de mí mis sentidos le ofrecían?
Los cabellos que víancon gran desprecio al oro
,como a menor tesoro...

(Garcilaso de la Vega)

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