sábado, octubre 06, 2012

en la cama



"La muerte volvió a la cama, se abrazó al hombre, y, sin comprender lo que estaba sucediendo, ella que nunca dormía, sintió que el sueño le bajaba suavemente los párpados. Al día siguiente no murió nadie." (José Saramago, Las intermitencias de la muerte)

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